Si tuviese cerca de él Algún elocuente mediador muy escogido,
Que anuncie al hombre su deber; Que le diga que Dios tuvo de él misericordia,
Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención; Su carne será
más tierna que la del niño, Volverá a los días de su juventud. Orará
a Dios, y éste le amará, Y verá su faz con júbilo; Y restaurará al hombre
su justicia.
Job 33.23-26
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